Una bonita sonrisa es una carta de presentación que sin duda todos deseamos. Esto nos lo proporciona el blanqueamiento dental, que es un tratamiento dental estético, en el que mediante un proceso clínico se aclara el color de los dientes respecto al actual.
A medida que se envejece y de acuerdo con la propia naturaleza humana, los dientes comienzan a oscurecerse. A menudo, este proceso se produce con mayor celeridad por diferentes causas como pueden ser bebidas con colorantes (té, café,…), caries dentales, tabaco,..
El tratamiento de blanqueamiento hecho bajo la supervisión de un profesional dental es una garantía de seguridad y posibilita obtener los mejores resultados posibles. El blanqueamiento debe efectuarse sólo después de una correcta anamnesis del paciente que permita identificar el tratamiento más adecuado a sus necesidades. Este tratamiento NO desgasta el esmalte siempre y cuando sea supervisado por un especialista odontológico.
Es muy importante que el tratamiento de blanqueamiento siempre sea precedido de una limpieza profesional ya que la placa dental que tengamos provocara que se inhiba o se reduzca el efecto de los agentes blanqueadores. El blanqueamiento es una técnica estética y en ningún caso sustituye a una limpieza. La limpieza elimina bacterias, refuerza el esmalte y protege a los dientes.
Sin embargo, no todas la manchas u oscurecimientos dentales son eliminables o mejorables a través del blanqueamiento dental y pueden requerir de otro tipo de tratamientos odontológicos estéticos como el uso de carillas de porcelana o fundas, así como, el blanqueamiento no tiene efecto sobre ningún tipo de restauraciones, siendo estas: amalgamas, restauraciones con composite, incrustaciones y coronas o puentes. Por lo que es importante informarte antes con el dentista.