El chupete es una herramienta útil para muchos padres, ya que ayuda a calmar a los más pequeños, mejora su calidad de sueño y previene que introduzcan objetos no deseados en la boca. Sin embargo, no todo son ventajas. Como dentistas en Barcelona, es importante que expliquemos las posibles consecuencias bucales del uso prolongado del chupete.
El uso del chupete ha sido objeto de debates constantes debido a sus beneficios y posibles desventajas. Sin embargo, varios análisis recientes han llegado a la conclusión de que su uso no solo no causa daños permanentes, siempre que se abandone a tiempo, sino que también puede tener ventajas. Entre ellas, se destaca su papel en la prevención de la muerte súbita en lactantes y como un alivio para el dolor asociado a la erupción de dientes.
¿Cómo puede afectar el uso del chupete a los dientes del bebé?
Los segundos molares temporales, los últimos dientes de leche en erupcionar, generalmente aparecen alrededor de los 2 años de edad. Según la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), es aconsejable que en ese momento el niño/a comience a dejar de utilizarlos para facilitar el desarrollo adecuado de sus arcadas dentales.
No es necesario entrar en pánico si tu hijo no abandona el chupete de inmediato. Aunque su uso prolongado puede afectar el desarrollo dental, en la mayoría de los casos, estas alteraciones pueden corregirse si se deja el hábito antes de los 4 años. Por lo tanto, cuentas con tiempo suficiente para facilitar un proceso gradual en el que tu hijo/a deje el chupete sin que sea traumático, evitando posibles deformidades dentales causadas por un uso prolongado.
Cada niño tiene su propio ritmo, y disponer de dos años ofrece un amplio margen para evitar preocupaciones innecesarias. Lo que si debemos tener muy en cuenta es que a partir de los 4-5 años su uso prolongado va a alterar el desarrollo de los arcos dentarios.
Problemas con la mordida
Uno de los riesgos ampliamente reconocidos debidos a los efectos uso del chupete excesivo en niños es la mordida mal alineada, que puede manifestarse como una mordida cruzada, abierta u otros tipos de maloclusión.
Estos problemas son más evidentes cuando los niños continúan utilizando el chupete durante un período prolongado. Este hábito puede ocasionar que los dientes experimenten movimientos no deseados y pueden alterar la disposición de los dientes en la boca, ya que estos tienden a adaptarse a la presencia del objeto extraño.
Uno de los efectos iniciales del uso prolongado del chupete es la gradual desviación de los dientes centrales inferiores hacia el interior, al mismo tiempo que los dientes superiores tienden a separarse y sobresalir hacia afuera, lo que coloquialmente se conoce como ‘dientes de conejo’.
El empleo continuo del chupete más allá de los 24 meses puede ocasionar que los caninos choquen entre sí, resultando en una falta de cierre adecuado entre ambas filas de dientes, lo que se conoce como mordida abierta. En este caso, los dientes superiores se proyectan hacia adelante y los inferiores hacia atrás. Además, la acción de succión activa músculos faciales y, junto con la posición de la lengua, puede llevar a una pérdida del paralelismo entre las filas superior e inferior, lo que se denomina mordida cruzada.
El uso prolongado del chupete también puede afectar la alineación de los dientes, pero es importante señalar que estos tienden a volver a su posición natural meses después de que se interrumpa el uso del chupete, siempre que esto ocurra antes de los dos años. En este lapso de tiempo, no se permitirá que se produzcan deformaciones significativas en la articulación temporomandibular ni cambios óseos que afecten la arcada dental definitiva
Dificultades en el habla debido a efectos uso del chupete
Otra consecuencia negativa que es bastante común como resultado del uso del chupete es la dificultad en el desarrollo del habla en los niños. El niño puede experimentar notables retrasos en su capacidad de comunicarse de manera efectiva, ya que la succión constante del chupete impide que su lengua realice los movimientos naturales necesarios para una pronunciación adecuada. El uso del chupete a menudo se asocia con la respiración por la boca, lo que conlleva a un funcionamiento deficiente de la lengua y de los músculos periorales. Esto, a su vez, puede afectar las funciones bucales como la deglución, la masticación y el habla.
Además, el uso continuado del chupete puede llevar a que el niño practique menos la habilidad de comunicarse verbalmente, ya que lleva el chupete en la boca en lugar de desarrollar sus habilidades lingüísticas.
Infecciones del oído
Las infecciones del oído son otra de las posibles consecuencias negativas del uso prolongado del chupete. Esto se relaciona con la tendencia a respirar por la boca en lugar de por la nariz, lo que puede aumentar las posibilidades de sufrir una otitis o infección del oído.
La respiración oral puede afectar la ventilación adecuada de las trompas de Eustaquio, lo que a su vez puede propiciar la acumulación de líquido en el oído medio, creando un entorno propicio para el desarrollo de infecciones. Por lo tanto, el uso prolongado del chupete puede contribuir a un mayor riesgo de problemas en el oído, como las otitis.
¿Es mejor que se chupe el dedo?
La verdad es que, en términos de impacto en la salud dental, la succión del chupete tiende a ser menos perjudicial que chuparse el dedo o la mano. Aunque muchos padres consideran que el dedo o la mano son opciones más naturales, estos hábitos pueden dar lugar a problemas mayores.
El dedo o la mano del bebé están constantemente en contacto con bacterias y microorganismos del entorno. Por otro lado, los chupetes pueden esterilizarse y, por lo tanto, ofrecen una ventaja en términos de evitar el contacto con microorganismos dañinos. Por lo tantoel uso de un chupete esterilizado puede ser una opción más segura que la succión del dedo o la mano.
Recomendaciones para evitar los efectos uso del chupete
- Evitar el uso del chupete como una forma de retrasar las comidas.
- Si es necesario, prefiera el chupete en lugar de los dedos para satisfacer el deseo de chupar.
- No untar el chupete en líquidos dulces para prevenir la «caries del biberón». Se recomienda el uso de agua en su lugar.
- Buscar métodos para retirar gradualmente el uso del chupete, como aplicar sustancias de sabor desagradable, inventar una historia en la que un personaje ficticio se lleve el chupete, «olvidarlo» en un lugar de vacaciones o perderlo en la calle, o alterar la tetina para que no sea placentera de chupar.
¿Cómo podemos ayudar a tu hijo?
Siempre y cuando se retire el chupete antes de los 2 años y medio, en la mayoría de los casos, la maloclusión que pueda haberse desarrollado se corregirá de forma natural. Sin embargo, si el niño continúa usando el chupete más allá de los dos años, es aconsejable consultar a un odontopediatra u ortodoncista. Estos profesionales podrán evaluar la situación y determinar el mejor enfoque o tratamiento para prevenir problemas buco-dentales significativos en el futuro.
En la Clínica Ortoimplants Premium en Barcelona, somos especialistas en odontopediatría y entendemos la importancia de proporcionar la mejor atención y orientación personalizada para cada caso. Contamos con un equipo de especialistas altamente capacitados para ayudar a garantizar la salud bucal de los niños. No dudes en consultar con nosotros para obtener el mejor cuidado dental para tu hijo.
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